En “Como la No Violencia protege al estado” Gelderloos intenta argumentar una critica hacia la “no violencia” como única táctica viable y defendible.
Dentro de un contexto americano Gelderloos pone en tela de juicio los comportamientos de militantes pacifistas defensores de la “no violencia” como complices de la violencia del Estado la cual permiten, manipuladores de la historia para su propio beneficio; y divide estos comportamientos en siete capítulos: “La no violencia es inefectiva”, “La no violencia es racista”, “La no violencia es estatista”, “La no violencia es patriarcal”, “la no violencia es táctica y estrategicamente inferior”, “La no violencia es un engaño” y el séptimo capitulo “La Alternativa: posibilidades para un activismo revolucionario”.